24 julio, 2016

THE KILLING JOKE: La vida es una jodida broma ⃰



Estos eran dos tipos en un manicomio… así suelen comenzar las reseñas de Broma Mortal, novela gráfica escrita por Alan Moore y dibujada por Brian Bolland. Por cierto, esa es la primera línea del cómic, en la página tres, luego de una secuencia muda en la que Batman llega al Asilo Arkham, donde apreciamos el que podría ser su encuentro definitivo con el Joker. Publicada originalmente en 1988, The Killing Joke supuso toda una revolución en el género de superhéroes.
            Hablar de esta obra viene a cuento por el inminente estreno de la película animada Batman: The Killing Joke. Además de exhibirse como primicia en la Comic-Con de San Diego (21 al 24 de Julio), tendremos en Aguascalientes cinco funciones especiales en Cinemex de Galerias: tres el lunes 25 (8:00, 8:05, y 8:10 pm), otra el sábado 30, y la última el domingo 31 (ambas a las 5:00 pm). Si no alcanzan a conseguir boletos en la preventa, pueden acceder a ésta en DVD o Blue-Ray.


La película (que posee clasificación R) es dirigida por Sam Liu, el guión escrito por Brian Azzarello, adaptando la obra de Moore y Bolland, y producida por Bruce Timm. En los roles principales tenemos a Kevin Conroy y a Mark Hamill como Batman y el Joker (de hecho estos actores son los que más veces han interpretado las voces de los personajes en versiones animadas), Tara Strong como Bárbara Gordon / Batgirl, y Ray Wise como el Comisionado James Gordon.
The Killing Joke podría leerse como una sencilla historia autoconclusiva de 48 páginas, pero en realidad posee un trasfondo plagado de referencias a la continuidad de los personajes. En la enésima fuga del Joker, éste ubica su nueva guarida en un destartalado parque de diversiones, al mismo tiempo se intercalan flashbacks donde vemos por primera vez el (posible) origen del príncipe payaso del crimen. El plan del villano es demostrar que cualquiera, teniendo un mal día, puede volverse loco. Como blanco elige al comisionado Gordon. Irrumpe en su departamento, y le dispara a su hija Bárbara (Batgirl), que a raíz del ataque termina postrada en una silla de ruedas (en historias posteriores se convertirá en Oráculo, una hábil hacker que ayuda a la comunidad de superhéroes), luego secuestra al comisionado y utiliza ese hecho traumático para comprobar su tesis.     

Luego de leer esta historia, es evidente que la trama ha inspirado pasajes de las adaptaciones fílmicas realizadas por Tim Burton y Christopher Nolan, específicamente para las versiones del Joker interpretadas por Jack Nicholson y Heath Leadger. En Batman (1989), Jack Napier es un gangster que al intentar escapar del encapotado termina cayendo en un tanque de químicos, que le blanquean la piel y deforman su rostro. Mientras que en The Dark Knight (2008), cada que el villano hace referencia a sus distintivas cicatrices cuenta una versión diferente, jugando con lo que ya planteaba Moore en el cómic. En el enfrentamiento final Joker intuye que el mismo Batman tuvo un mal día que lo llevó a vestirse como murciélago; él no lo sabe, pero nosotros sí, se trata de la noche en que asesinaron a los padres de Bruce. Ahora bien, antes hablábamos de un posible origen del villano, y es que ni él está seguro de cómo pasó: “a veces lo recuerdo de una forma, a veces de otra”, como en la versión de Ledger. Y el otro aspecto que retoma esta versión, es el elaborado plan para corromper a alguien, en este caso al caballero blanco, Harvey Dent. A diferencia del cómic, en la película de Nolan el fiscal no se recupera de su mal día: perder a Rachel y quedar desfigurado de medio rostro.



(Viñeta censurada de Bolland, en la que se presume que el Joker violó a Bárbara)

Otro aspecto digno de mención es el contexto en que se gesta la Broma Mortal. Durante los años ochenta, Moore deconstruyó el concepto de superhéroe en distintas obras. En Inglaterra trabaja con personajes como Captain Britain y Miracleman, cuyas historias hicieron eco de este lado del Atlántico, por lo que requieren al Magus para escribir primero Swamp Thing, y brevemente a Superman (Whatever Happened to the Man of Tomorrow?, For the Man Who has Everything, y The Jungle Line), y Green Lantern, para luego cambiar las reglas del juego con Watchmen. Llegado el momento de su siguiente gran proyecto en DC, tocaría el turno del cruzado encapotado, pero esto ocurriría gracias al dibujante Brian Bolland, que venía construyendo una trayectoria cimentada en lo detallado de su arte. Sus trabajos más sobresalientes hasta ese momento eran: Judge Dreed (para la revista 2000 AD.) y la maxiserie de 12 números Camelot 3000 (DC Comics 1982-1985), escrita por Mike W. Barr, en la que se plantea el regreso del Rey Arturo para salvar a Inglaterra de una invasión alienígena en el año 3000. Para ese momento la popularidad de Bolland como artista era tal que en 1986 el editor Dick Giordano le ofrece participar en el proyecto que desee. El dibujante inglés elige realizar una novela gráfica de Batman con el Joker como protagonista, para ello le pide personalmente al maestro Moore que escriba el guión.
La popularidad de una obra como The Killing Joke se debe en parte al talento de Bolland, muchos consideran a su Joker como la versión definitiva. En 2008, para conmemorar el 20 aniversario de la novela, se publicó la edición Deluxe (en tapa dura), contando para ello con un nuevo coloreado (más algunos retoques en el arte original) realizado por el propio Bolland, que no se sentía satisfecho con el trabajo del colorista original, John Higgins (el mismo que aplicó el color en el arte de Gibbons para Watchmen).


(Algunas interpretaciones apuntan que al final Batman mata al Joker.)


Para quienes todavía no la han leído, La Broma Mortal se mantiene en perfecta forma, como una obra atemporal que sigue fascinando por su planteamiento de la eterna lucha entre el bien y el mal. Como el Joker de Ledger le dice a Batman: “Tú no me matas por algún extraño sentido de justicia… Y yo no te mato porque… eres realmente entretenido (…) Creo que tú y yo estamos destinados a hacer esto para siempre”, aspecto que se plasma en el cómic, donde la primera viñeta y la última son la misma. Imperdible la escena final donde Batman y Joker, bajo la lluvia, se ríen hasta fundirse con la noche. Se rumora que dentro de poco saldrá a la venta una nueva edición mexicana del cómic.

 ⃰ (Publicado originalmente en suplemento Autonomía no. 145, julio 24 de 2016.)