19 agosto, 2009

Pequeño poema en prosa

Un sonámbulo tiene una conversación con su otro yo.

─Te conté de la chica que a veces me guiña un ojo desde el espejo.

─No sabes, es algo atrevida, a veces cuando cree que no la estoy mirando muestra un poco de carne prieta.

─La miro de reojo. Si ella me sorprende mirándola se sonroja.

─Luego hace unos ruiditos extraños, me guiña el ojo y apaga la luz.