Con motivo de la aparición anual de los tomos de Swamp Thing escritos por el gran y peludo Alan Moore, se ha vuelto una costumbre dedicar una serie de artículos al magus de Northampton, aquí la tercera entrega publicada hace un mes.
Por
tercera ocasión dedicamos este espacio a comentar la obra del Magus
(previamente en Autonomía 119 y 127); en una siguiente entrega, una vez
que nos recuperemos del maratón de 13 horas, reseñaremos a detalle la
primera temporada de Luke Cage, estrenada este fin de semana en Netflix.
Con
la aparición del Libro Tres, de la colección Vertigo / Novela Gráfica,
que reúne la etapa de Alan Moore guionizando Swamp Thing, y las
recientes declaraciones del maestro sobre su inminente retiro, así
como la intención de Editorial Planeta de distribuir su línea de cómics
en México y Latinoamérica, es momento para seguir hablando del suspenso
sofisticado en las historietas.
Swamp
Thing Libro 3, contiene los números 35 al 42, y en esta ocasión la
introducción sale de la pluma del artista principal de la serie, Stephen
Bissette. El tomo inicia con la historia de Cara Nuclear, personaje que
pondrá en jaque a Alec (la cosa del pantano), y de paso servirá a Moore
como vehículo para criticar la contaminación radioactiva y ambiental.
Cuando parecía que nuestro héroe encontraba su trágico fin, se renueva
la esperanza en el episodio 37, con: Patrones de Crecimiento,
historia que nos narra a velocidad vegetal, la vuelta a la vida de
Alec, simultáneamente se introduce a John Constantine, el carismático
mago inglés fumador de Silk Cut. El mismo Bissette nos cuenta una
curiosa anécdota al respecto: “John Totleben y yo habíamos
presentado el rostro de Constantine en el fondo de una viñeta en un
número previo (vean el #25, página 21, viñeta 2) —un cameo sugerido por
nuestro gusto mutuo por Sting de The Police. Mezclar el rostro de Sting
(y un poco de su personaje Aceface del filme Quadrophenia) con elementos
del fatalismo del punk, el personaje Jerry Cornelius de Michael
Moorcock…” Pero reconocerá que el primero en trazar al Constantine de Patrones de Crecimiento,
fue su amigo y compañero en la Kubert School, Rick Veitch. Esta
historia de renacimiento para Alec es el inicio de la saga “Gótico
Americano”, como lo es del propio Constantine, y de manera no oficial
también representa el nacimiento del sello Vertigo.
En
este punto, la saga de Swamp Thing abordará un horror sofisticado que
reinventa a los monstruos clásicos de la literatura y el cine. A su
manera, Constantine instruirá a Alec para que desarrolle todo el
potencial de sus habilidades como “ser elemental”, y en el proceso
enfrentará a una serie de amenazas propias del mejor cómic de terror. En
este libro encontraremos: vampiros acuáticos, una mujer lobo (el
tratamiento que da Moore a la licantropía es por demás original), y una
maldición Vudú plagada de la inevitable horda de zombis; estas historias
de paso harán agudos comentarios en contra de la misoginia y el
racismo, mostrándonos que los cómics lo mismo entretienen a la par que
generan una toma de conciencia (sin caer en el discurso moralizante).
La
espera será larga hasta el siguiente tomo, sobre todo porque devendrá
la Crisis del mundo místico en el universo DC, el encuentro de Alec con
el Parlamento de los Árboles, o el enfrentamiento con el cruzado
encapotado, pero me estoy adelantando a los acontecimientos; lo que sí
podemos señalar es la ironía de ver esta obra finalmente publicada y
en activo en nuestro país —ya que accedemos al trabajo de Moore que
cambió la forma de hacer cómic en Estados Unidos, y con ello trasformó
la historieta mainstream hasta nuestros días—, precisamente en el
momento en que el Magus anuncia su retiro definitivo del mundo de las
viñetas.
La noticia inundó la red el pasado 9 de septiembre, Moore lo deja claro con la siguiente frase: “I have about 250 pages of comics left in me”
(Hay 250 páginas de cómic que tengo todavía en mí), y explica que esas
páginas se irán en los guiones de su trabajo en los números finales
sobre H. P. Lovecraft para Avatar Press, quizá como complemento a su
maxiserie Providence; algunas historias cortas para la antología en blanco y negro Cinema Purgatorio, y un último volumen de The League of Extraordinary Gentlemen,
ambos trabajos ilustrados por Kevin O´Neill. Si se tratara de alguien
del tipo oportunista pensaríamos que es un truco publicitario para
vender su más reciente novela (en prosa) Jerusalem, obra de unas 1200
páginas y con aproximadamente 620,000 palabras; trabajada por más de una
década, según el Magus tiene el propósito de “refutar la existencia de la muerte”. El
título hace referencia a un poema/himno de William Blake. El propósito
del libro es explorar la historia de una pequeña zona de su Northampton
natal a través de varias voces. Sobre la obra, el propio Moore comenta: “He
escrito la novela a partir de conversaciones cara a cara, de rumores
familiares y leyendas y haciendo uso de la memoria y de un libro con
testimonios de personas mayores que vivieron en la zona.” Destacan
algunos capítulos que homenajean a diversas personalidades, como el
dedicado a James Joyce; el capítulo más largo, según el autor, el de
Lucia Joyce o el escrito en el estilo de la obra de Samuel Beckett. Sin
duda estamos ante el Ulysses de este siglo.
Jerusalem
de Alan Moore, será editada en español por el sello Planeta Cómic para
2017. Esta misma editorial se une al movimiento de las historietas en
nuestro país, y amplía la oferta con parte de su catálogo para México.
Entre las obras que ya están siendo distribuidas a nivel nacional en las
principales librerías y tiendas departamentales como Gandhi y Sanborns,
destacan From Hell (ilustrada por Eddie Capmbell), y The League of Extraordinary Gentlemen, ambas obras del gran y peludo Alan Moore; de esta última podrán encontrar los volúmenes 1 y 2, así como el experimental Dossier Negro (que
incluye diversos fragmentos en prosa, desde una supuesta obra de
William Shakespeare, una continuación a las aventuras eróticas de Fanny
Hill, y el primer capítulo de una novela beatnik en el estilo de Jack
Kerouac, así como una Biblia Tijuana, la historia en cómic de Orlando,
personaje novelado por Virginia Woolf, y un segmento final de la novela
gráfica en 3-D, con gafas incluidas), con precios que rondan los 298 y
328 pesos.
Por si les interesa, otra obra traída exclusivamente por el sello Reservoir Books para nuestro país, es la novela gráfica El Club de la Pelea 2,
continuación del libro (adaptado al cine en 1999 por David Fincher), y
escrita por el autor original Chuck Palaniuk, con arte de Cameron
Stewart, y portadas de David Mack, incluye los 10 números de la
miniserie y el capítulo especial para el Free Comic Book Day, su precio
es de 299 pesos.
(Publicado originalmente en el suplemento Autonomía no. 149.)