26 diciembre, 2008

mitravidad ¿desde cuándo?


Un primer acercamiento de lo que viene para 2009. Si bien le falta color (y es que ese siempre fue mi talon de Aquiles), espero que un futuro ese no sea problema para que puedan disfrutar los cartones de "El sombrero en la cama", los cuales ya estoy por publicar en este mismo espacio. Aquí tienen pues una tarjeta de "mitravidad" con Lichita y su conejito prieto —al cual por cierto se le nota un tanto demacrado.

08 diciembre, 2008

Recordando a John


Si bien hoy se cumplen 28 años de la trágica muerte de John Lennon, no es con motivo de tal acontecimiento que escribo está nota, y es que no sé ustedes, pero yo no tengo necesidad de recordar a quien por mucho puede considerarse como la personalidad más influyente de la segunda mitad del siglo XX, cuyo arte y expresión siguen vigentes en nuestros días, y no necesito recordarlo por la simple razón de que no lo he olvidado, pues a pesar de no considerarme su admirador acérrimo, no niego que disfruto muy a menudo de su música y que de unos años para acá me permito incluso indagar en su vida y obra, claro, esto último tiene su explicación. Hace algunos años conocí a una verdadera fan de los Beatles y en especial de John Lennon, incluso entre nuestro círculo de amistades ella era conocida como “John”, por mi parte siempre preferí llamarla por su nombre, y fue sólo hasta días antes de esta fecha que recordé todo esto. Ella siempre fue una gran amiga, constantemente viene a mi recuerdo; si hablo de ella en pasado, no es porque ya no este entre nosotros, aunque así es.
     En donde quiera que te encuentres, si llegas a leer esto, cuídate.

                                                                                                                                  J. S. Cainiz


23 junio, 2008

Nostalgía por Villaurrutia

Estuve buscando en la red y en ningun lado encontre "Nostalgía de la muerte" de Xavier Villaurrutia. Sólo algunos nocturnos. Por eso aquí les tengo la versión integra para descargar.

16 abril, 2008

El periodo anoréxico de Botero

Me niego rotundamente a terminar el cuento hipster que en este momento tengo sobre el escritorio hasta que reciba comentarios. Mientras leanse estos poemas.
Pronto habrá noticias de la revista que vengo perpetrando además de otros proyectos editoriales así como historietas y tiras cómicas. Si quieren galerías de encueradas manden comentarios (tengo imágenes inéditas de Irán Castillo).


poema escrito al reverso de un ticket
(leer mientras se escucha el Funeral de Arcade Fire)

nosotros pudimos haber despojado a la humanidad en el silencio
las naciones fracturadas
el privilegio de no dormir
disposiciones aleatorias que nosotros mismos facultábamos
armonía descontenta de si
el caos preconcebido

la broma de los dioses
sepultura candente que nadie llora
ofrendas pálidas
morfinómanos que no se elevan
placebos que dudan de si
la fortuna desperdiciada en el olvido, desquiciada, sucia

no hay palabras que aguanten otro cataclismo!

y en la tarde, lejos de ti, me disuelvo
nuestra historia ―esa que yo construyo en mi mente y que por eso no tiene cabida en el mundo de los otros― me deprime
otra tarde lejos de ti
lejos de tu respiración y tu aroma
sin poder encenderte el siguiente cigarro

ardiendo en mis frases
el espacio se agota
―regresar de los brazos de la muerte
transformado en el ser que más amaste
y así ambos tendremos otra oportunidad.


algunas veces pero en mis sueños
(así me suena, ok)

dejo correr el disco que acabo de comprar
no me emociona ni un poco
y soy sumamente emocional

el vacío de la habitación pocas veces logra intoxicarme
no hay necesidad de mirar atrás
nada que perturbe esta velada
contemplo la mata de vellos en mi sobaco
doy otra calada al cigarro

prefiero el invierno
aunque sé que las mujeres florecen y son más olorosas en primavera
con sus vestiditos ligeros y sus sandalias de finas correas
o aquellas que usan ajustados vaqueros con infinidad de agujeros
o cintas de colores en el pelo
o de plano lo llevan suelto
sintiendo la brisa que se cuela en sus braguitas
aun así prefiero el invierno
contemplar pálidos ángeles envueltos como repollo
con las mejillas encendidas por el frío

un reloj que marca el tiempo púrpura
el tiempo de las huríes en el hostal
se ha descompuesto
de vez en cuando es bueno mirar al mundo como si se fuera a acabar
y nosotros sintiéndonos inmortales
sin sentirnos hijos de Jesucristo, claro
nadando entre gusanos
escuchando la viscosidad del viento que se cuela entre los dedos
encontrando a las personas que nos acompañan
al menos en el pensamiento
en el alma
aquellos que no fingen
que son reales
y nos sienten reales


tiro de un hilo y el mundo se sostiene
a Bukowski

granulados escorpiones seducen mi corazón como un puente levadizo o un conejo sarcástico (salido de una chistera magenta doblegada por un raquítico viento)
etrusco vellón afelpado
viscosa belleza turca de Bizancio
no es lo que funciona sino aquello que muestra la claraboya
dimensión situada en el rascacielos Panamá
limones profusos de aguanieve sintética
y arañas espiando el sudor de azules nubarrones
y yo estoy aquí, esperando que se colapse el mundo por ambos conocido
sintiendo frío en mi pequeña habitación a las 4:26 de la madrugada
sintiendo frío y necesidad de ti
no es posible cambiar al mundo ni tampoco lo que tú no sientes por mi


incontables aspectos de ombligo de la luna

escaparates de lo inmundo se congregan en chapoteante éxtasis
el sol quemante del desierto los agrupa en suspiros patético
vagabundas bocanadas salpicando los heliotropos gimientes
constante trafico de chirriantes moles
todo se sostiene como alguna vez fue el paraíso parloteante
y el aire cobrizo se desparrama empecinado
cortando siluetas de papel aluminio malsanas
puntos rojos de luz en secuencia matemática hiperdigerida y las palmeras
barrocas pavoneándose
colmenas de carne compacta
esculpidas en atardeceres de ébano y esmeraldas árabes falsas
la basura amontonada de mil furiosas bacanales en colores tan tristes y sin poder
describir lo que pasa
y la mujer de rojo habitual en cualquier ensueño se dejan contemplar
miradas arrebatadas, perturbadas de soslayo iridiscente trafican con el dolor
inconsciente

J. S. Cainiz. Copyright (c) 2008

20 marzo, 2008

No tenía nada que hacer

De entre mis papeles rescaté algunos poemas. A decir verdad, he descuidado la creación poética por sobre la narrativa. Por lo pronto aquí les dejo una breve muestra de mi libro "Al despertar era mediodía", y tres poemas inéditos (bueno, eso de inéditos lo digo porque no se los habia mostrado a nadie, pues aunque nunca he publicado "Al despertar...", he repartido un par de copias y lecturas para los amigos).
No es lo último que he hecho en verso, lo mejor esta bajo llave y pronto a salir.

LA GRACIA DEL MAR

La brisa del mar nos acaricia
sólo si nos adentramos en el riesgo de la tempestad,
tripulando una nave piloteada por la irracionalidad,
sólo así obtendremos la gracia del mar.

Mar de noche, mujer embriagada
que sueñas en medio de la tempestad,
el destino incierto fluye por tus venas alcoholizadas
y percibes voluptuosamente
la belleza de un arte venal;
la sagrada medianoche conquista la calma del mar
y entre suspiros transpiras un perfume,
la fragancia de la brevedad…
afirmas con tu presencia el instante mismo
que podría dejar pasar;
tu esencia se me escapa,
y la salvo sólo en la facultad de recordar;
con mis versos siento que te recupero,
mas cada vez que los leo, pierdo la gracia del mar…

Mar de noche, con tu gracioso oscilar
yo me dejo llevar, en tus negras aguas
comprendí el significado de arriesgar…

EBRIEDAD
Mudé mis labios hacia un cáliz amargo
volátil y emponzoñado de odios y desencanto;
así palidezco ante la oscura embriaguez,
sediento de más amor y voluptuosa ensoñación.
Embrutecido violenté la sonoridad de mis cantos,
caricias de invierno que suplen la desgarradora
brevedad de tu encanto… Ninfa de mejillas pálidas,
en el césped blanqueado por el frió
se descompone anhelante el goce de tus rasgos;
con recato insinúas el lascivo desgano,
bebo los suaves huecos de tu cuerpo
y en tu ombligo los limbos se evaporan…
jeune de soupirs
recorres mi ciudad
que entre murmullos vistes de violeta,
y tus piernas como enredaderas de un cielo estival
prometen la danza macabra…

VERDE MEMORIA
Soy la imagen de tu sueño descompuesto
el alquimista fracasado,
aquel que no pudo transmutar tus pensamientos.
Sólo fue el intento,
ninguna consumación,
ningún aliento de tu vespertina agonía.

* * *
Disfruto en silencio el poder contemplarte,
eres la música que transita por mis venas,
la única esencia que en verdad me pudo embriagar,
el canto inconcluso de tu voz en mi oído;

la nada… ver partir a mi ángel frió.

EL COLOR DEL SUEÑO
Se agriaron las palabras en mi boca,
como un río que fluye hasta palidecer
corretean las ninfas de carne en flor
blancas voces, hirientes y perversas canciones.

Si en el infierno amanece al mediodía
vaciado el estomago de imposibles hambres
persigue un deseo de saciar oscuras frases
el ángel que hambriento languidece, ¡oh alma mía!

De negras y viscosas alimañas, cocodrilo de terciopelo
aprisiona el sueño en el último vistazo al espejo,
quise oler el antiguo rojo de su pelo,
despertar en su recuerdo el placer de un vino bermejo.


1 : 59 AM
No reclames líneas falsas a la luna
en los umbrales que duelen como encías de vientre,
mejor cortar de raíz la noche
ombligo del asfalto
dulce limbo de arquitecturas funerarias
que aparecen como ráfagas de infancia,
fecundo sueño clavado en la pared de fusilamiento.

¿De que sirve llorar por las formas que palidecen,
mejillas color de música
y ojos que se bebieron líquidos sufrimientos?

Si un rojizo polvo constituye mi esqueleto,
ni los cuervos que picotean despojos sexuales
romperán las costuras de mis éxtasis mentales.

MORS JANUA VITAE
A la espera de la muerte encarnada
sus ojos de un negro azabache
esperando catar el inimitable sabor de cada día
pues no es lo mismo morir en miércoles
que un domingo a las tres de la tarde
pero tampoco es que eso importe mucho
quizá no tanto.

Que bellos son los ojos del cuervo
cuando cruzas el Acheronte
ojos de mujer inexpresiva
casi tan encantadores como el aliento metálico de la muerte
alisando los pliegues de su falda con el dedo índice.


LA VIDA ES UNA SALA DE ESPERA
Antes de dormir me pregunté
si valía la pena despertar al siguiente día
acaso he perdido capacidad para la vida
(debería decirlo en tono de afirmación)
como si fuera abortado del vientre del océano
divagando respuestas para enigmas que jamás
existieron
consumiendo el oxigeno
que otros de ningún modo aprovecharán.

No hace falta que pida disculpas
mucho menos compararme
con aquellos que tienen falta de tacto
al celebrar los cumpleaños.

Me hago acompañar del silencio
a puerta cerrada
si la Eutanasia es una dama sensata
pronto tocará el timbre
temo salir en público
después de que la muerte me escupa en la cara
por enésima vez.


ON THE ROAD
Al bodhisattva Kerouac
(por tomar prestado su título)

NO sepultes en el olvido aquella noche
noche metálica en el mar de asfalto
tus ojos tiernos y desnudos

para ti el sueño etílico
para mi los suspiros
ahogados en helechos tan altos
que llegan al cielo,
o clavados en pencas de agave
junto a la carretera

aquella noche me condenaste
de por vida…
sigo amando tu sonrisa.

J. S. Cainiz. Copyright (c) 2008


P. D. Sigo trabajando en la segunda parte del "cuento hipster", si les interesa verlo en el blog dejen sus comentarios.

02 marzo, 2008

Tregua al tedio

"Si alguna vez me suicido, será en domingo. Es el día más desalentador, el más insulso. Quisiera quedarme en la cama hasta tarde, por lo menos hasta las nueve o las diez, pero a las seis y media me despierto solo y ya no puedo pegar los ojos".

El texto anterior es un fragmento tomado de la novela de Benedetti.

BENEDETTI, Mario, LaTregua.

26 febrero, 2008

Un cuento hipster (parte I)

Otra vez estaba en la biblioteca, leyendo cómo Bukowski se tiraba a la pelirroja. No tenía nada que hacer, no tenía vida. Esperaba para fumarme otro cigarro, y ver pasar a las mujeres, no las mujeres de mi vida, sino todas las mujeres que sabían hacer su visión para luego desparecer por siempre. En la biblioteca la acústica era perfecta para que las mujeres hicieran sonar sus tacones y la luz del gran ventanal en el ala oeste permitía mirarlas menear el culo. No se necesita más, sólo mirarlas, docenas y docenas de pares de piernas, algunas tan insinuantes que casi podía olerlas, destilando aquella preciosa humedad: la vida proviene de esa humedad. Prefiero las piernas por sobre las tetas y a pesar de todo el espectáculo, me sentía vacío, sin propósito ni dirección.
Como sea, era una buena forma de pasar el rato.
J. S. Cainiz. Copyright (c) 2008

20 febrero, 2008

Historia del culo parlante

Como hoy no he escrito nada, les ofrezco un fragmento de Naked Lunch de William Burrougs, si ya vieron la peli de Cronemberg recordarán la escena cuando William Lee cuenta la historia del culo parlante (en la novela quien cuenta la historia es el Doctor Benway).

BENWAY. —¿Y por qué no un glóbulo para todo? ¿Le conté alguna vez lo del hombre que enseñó a hablar a su culo? Movía el abdomen entero arriba y abajo, ¿entiende?, pedorreaba las palabras. Nunca había oído nada semejante.
»El habla del culo aquel tenía una especie de frecuencia intestinal. Te pegaba justo en los labios, y te entraban las ganas. Como cuando el colon avisa y sientes una especie de frío por dentro y sabes que no tienes más remedio que soltar la tripa, ¿entiendes? Pues aquella voz te pegaba justo ahí abajo, un sonido espeso, pringoso, borboteante, un sonido que se podía oler.
»El hombre trabajaba por las ferias, ¿entiende?, y al principio era como un número de ventrílocuo nuevo. Y muy divertido, además, por entonces. Hacía un número que se llamaba "El Ojo Mejor" que era la monda, se lo juro. Se me ha olvidado cómo era, pero era muy divertido. Algo como: "Oye, tú, ¿sigues ahí abajo todavía?"
»—¡No! ¡Me he ido a cagar!
»Al cabo de un tiempo, el culo empezó a hablar por sí solo. Salía a escena sin nada preparado y el culo se ponía a improvisar y le daba la réplica en los chistes todas las veces.
»Luego fue desarrollando una especie de dientes, como ganchos ásperos curvados para adentro, y empezó a comer. Creyó que era algo simpático y montó un número con eso, pero el ojete se dedicaba a comerle los pantalones y quedar al aire y empezar a hablar por la calle, vociferando que quería igualdad de derechos. Y además se emborrachaba y le daban lloronas, que nadie le quería ni le besaban, todas las bocas. Y acabó por pasarse hablando todo el día y otra vez, darle puñetazos, meterle velas encendidas dentro, pero nada servía de nada y el ojete le dijo: "Al final serás tú el que se calle, no yo. Porque ya no haces ninguna falta. Y puedo hablar y comer y cagar. "
»Después empezó a despertarse por las mañanas con algo como una cola de renacuajo por la boca, llena de una gelatina transparente. Lo que los científicos llaman T. N. D., un Tejido No Diferenciado, que se reproduce en todo tipo de zonas del cuerpo humano. Se lo arrancaba de la boca y se le quedaban trozos pegados en las manos como gelatina de gasolina ardiendo y allí nacían, crecían en cualquier sitio en que le cayera una gota encima. Hasta que por fin se le obturó la boca y se le hubiera amputado espontáneamente la cabeza entera (¿sabías que en algunas zonas de África, y sólo entre los negros, se da una enfermedad en la que el dedo meñique se amputa espontáneamente?), de no ser por los ojos, ¿entiendes? Lo único que el ojo del culo no podía era ver. Necesitaba los ojos. Pero las conexiones nerviosas quedaron bloqueadas e infiltradas y atrofiadas y el cerebro no podía seguir dando órdenes. Estaba atrapado en el cráneo, tapiado. Durante un tiempo podía verse a través de los ojos cómo sufría el cerebro, silencioso e impotente, pero seguramente se murió porque los ojos se apagaron, y ya no reflejaban más sentimientos que un ojo de cangrejo en la punta de una antena.

Un lado no tan oscuro del corazón de Papini (Parte 2)

Para quienes ya se leyeron “Porqué quieres amarme“, de Giovanni Papini y no tienen conocimiento de la obra del autor, les explico brevemente el porque del título de la entrada anterior (El lado oscuro del corazón de Papini). Lo que pasa es que en las que a mi entender son las mejores obras del escritor italiano: “Gog” y “Hombre acabado”, el autor da la apariencia de ser un hombre sin amor, claro que en Hombre acabado hay un pasaje donde menciona que en su vida ha tenido mujeres (se trata de una autobiografía), pero prefiere no hablar sobre cuestiones de amor.
Como lector lo que a un servidor sorprendió fue encontrar posteriormente en Palabras y sangre (libro de cuentos) historias como “La primera y la segunda” o “El que no pudo amar”, mientras en uno se hablaba de los amores que un hombre sostiene con dos mujeres (en algún momento al mismo tiempo, y no les digo más por si aun no lo leen), en el otro se nos narra (muy en el estilo de Gog) la verdadera historia de Don Juan:
Así pues, Papini albergaba un corazón de poeta bajo su fachada de “enciclopedia humana”.

15 febrero, 2008

Un lado no tan oscuro del corazón de Papini

El siguiente texto (que aquí ofertamos, sin costo adicional) aunque alusivo al 14 de febrero se separa mucho de ese tan cursi y comercialmente favorable día; es por ello que aquí en niebla en tubo no nos regimos por los convencionalismos y estereotipos domingueros, con esto quiero explicar un poco el por qué no se publicó esta entrada el día antes mencionado. Por otro lado la justificación, es que al pasar por las calles y tomar el autobús puede apreciar como los don Juanes iban ataviados como señoritas de salón con embadurnados de colonia, ropa nueva y un globo metalizado con frases melosas. Cabe aclarar que en este blog hay espacio para todas las posturas y en el caso del romanticismo y los temas del amor preferimos las tertulias sobre el affair cotidiano y no las cotillas de vecindad.
Antes de ir al cuento/ensayo "Por qué quieres amarme" de Papini, quisiera comentarles como conocí al inquieto escritor lombardo.
Mi amigo Johnny me prestó un libro de Giovanni Papini (Gog), me decia que iba a gustarme porque hablaba del diablo (más tarde leería Il Diavolo), y tal como dijo, me gustó. Luego leí, además de los mencionados Gog y El Diablo, Hombre acabado, El libro negro, y sus libros de cuentos Palabras y sangre, Lo trágico y lo cotidiano y El piloto ciego, aun no leo La historia de Cristo y voy a medias en Dante vivo (por si les interesa a los dantistas).
Sobre el presente texto (ya casi me callo para que disfruten al florentino), les recomiendo imprimirlo y se lo lean a esa persona especial, creanme, ver la expresion de esa hipotética alma gemela valdra por mucho tiempo.
Disfruten.


¿Por qué quieres amarme?
Giovanni Papini

¿Hay verdaderamente alguien que tiembla si acaricia despacio mi frente o si esconde su pequeña mano en mis cabellos? ¿Hay verdaderamente un rostro que enrojece cuando mi voz confiesa una involuntaria ternura? ¿Hay acaso un pecho que suspira y se agita si le acerco o lo estrecho con fuerza contra mi pecho, y unos labios que se vuelven cálidos y blandos si yo los toco con mis labios?
Piensa, ¡piénsalo bien! No me contestes en seguida. No me digas que todo es verdad y que yo no sueño, no tengas piedad de mí. Que nadie tenga piedad de mí. No permito a nadie que me consuele. Mis lágrimas son mías, son de mi propiedad, salen de mi corazón, bajan de mis ojos. ¿Por qué esta pequeña mano me acaricia lentamente para ser bañado por el llanto que es mío?
¿Es posible que alguien quiera arrebatarme una parte de mi dolor? ¿Es posible que alguien me espere con impaciencia, con ansiedad, observándome desde lejos con ojos claros, escuchando con la respiración contenida mis pasos que se aproximan? ¿Es posible que mis palabras más indiferentes sean recordadas: que una mirada mía pueda producir alegría; una sonrisa mía, la promesa de la alegría; un gesto mío la certeza de la alegría?
No me contestes todavía. No me digas que todo eso es posible, y que otras cosas, además, que no conozco son posibles. No podría creerlo, ¡no quiero creerlo! Piensa, pues, ¡piénsalo bien! Se trataría de un hecho tan maravilloso, tan increíble; tal vez nuevo, tal vez único. ¡Piensa pues, por un momento, en lo que significaría si fuese cierto!
Otro ser – un ser distinto de mí, no conocido antes por mí – vive solamente para mí, piensa con mi pensamiento, siente con mis sentimientos, se atormenta con mis súplicas, goza con mis alegrías, acerca su cuerpo a mi cuerpo, penetra en mi alma con su alma y me ofrece todo lo que posee y todo lo que tendrá y todo lo que yo pueda darle.
¿Tú crees que eso puede ser verdad, aunque sea por un momento? Yo recuerdo, sí, haber apoyado mi cabeza en su hombro, haber estrechado juntas sus frágiles manos llenas de venas, haber besado varias veces su boca y haber escuchado durante horas enteras la suavísima música de su aliento; pero todo esto ¿qué demuestra? ¿Era verdaderamente yo mismo, en persona, en aquellos momentos? Y ella, ¿quiso decir verdaderamente lo que yo quise entender en la inconsciencia de la efímera felicidad?
No sonrías, no muevas la cabeza, no contestes ni siquiera sí, te lo ruego. Tú sabes perfectamente que todo eso es una ligera tela de imaginación tejida por las blancas manos del ocio.
¿Por qué debería ser cierta para mí una cosa tan imposible? ¿Qué he hecho yo para tener el derecho de recibir en don una vida? ¿Qué soy sino un pobre poeta vergonzoso que esconde sus torturas, igual que una mujer avara esconde sus collares? ¿Qué soy sino un trágico peregrino, orgulloso de su gran capa, pero que no sabe encontrar su casa y su cama?
¿Acaso he realizado algo grande? ¿He dicho una palabra que los hombres no hayan olvidado? ¿He hecho olvidar a los hombres una sola de sus penas?
¡Si supieras cuánto me desprecio y qué desesperado disgusto tengo por mi alma! Cuando los otros me creen soberbio, orgulloso, satisfecho, yo estoy pensando en cómo hacer menos despreciable mi vida, menos desagradable mi alma. De una sola cosa siento a veces soberbia: del sincero y profundo desprecio que tengo por mí mismo.
¿Qué hay, pues, en mí que pueda hacerme amable? ¿Qué encuentras en mi alma insatisfecha y, sin embargo, vil que pueda darme el derecho de hacer sufrir a tu alma? ¿Qué puede interesarte de mis alegrías olvidadas, de mis sueños siempre derrotados, de mis voluntades impotentes, de los recuerdos que yo mismo temo ver reaparecer?
No es posible, no, que alguien me ame. No quiero que alguien viva para mí. No puedo amar y no quiero ser amado. Dejadme tranquilo. Dejadme solo. No quiero sentir nada, no quiero ver a nadie. No sé qué hacer con vuestras caras sentimentales y vuestras frases punteadas de suspiros. ¿No sabéis lo voluptuosa que es la voluntad voluntaria? ¡Qué dulzura en el alma que ya no quiere esperar!
¿Todavía estás aquí? ¿No te había echado sin mirarte? ¿Por qué me miras como si no quisieras ver otra cosa que mis ojos? ¿Por qué tus cabellos son tan finos y por qué algunos mechones son casi rubios? No abras la boca. No respires demasiado fuerte. Tu mano es dulce, lo sé. Tu mano es fuerte, lo sé. Pero, ¿por qué te aproximas tanto? ¿Por qué tu corazón se estremece de repente? No me mires así, no me aprietes tan fuerte la mano. Bien sabes que yo te amo y que no quiero amarte… ¡Pero, bésame pues! ¿No notas que ya no sé resistir? No me digas que sí. ¡Bésame más! Bésame en los ojos. Ciérralos con tus labios y que yo no vea nada, que no sepa nada, y solamente sienta tu corazón que late – tu corazón apresurado, furioso, frenético –, tu pequeño corazón que late y que late para mí.


Papini Giovanni, Lo trágico cotidiano/ El piloto ciego/Palabras y Sangre, Ed. Hyspamerica, Madrid, 1985.

09 febrero, 2008

Si realmente ocurrió aquello que tanto nos afecta, la vida en verdad vale la pena. Un solo instante es más que suficiente para darnos cuenta de que no necesitamos más. Ello demuestra que tras el acontecimiento de la muerte nada importa. Como conjunto, nada en la vida tiene desperdicio, decir esto es aceptar que no hay karma y al no haber karma, la explicación de la mala fortuna es el autosabotaje. Las posibilidades podrán ser infinitas, pero en una cadena de decisiones a medida que se avanza se reducen las posibilidades.
Tomar el riesgo es más que un tiro de dados, es escribir algo que no puede ser borrado; nada se borra o se olvida pero contamos con una cualidad muy humana: la interpretación o la deformación, que no es otra cosa que la mentira. Si el presente es actuar a partir de un esquema de acciones pasadas que hemos deformado, la verdad no será mas que mínimos destellos de lucidez, instantes tan breves que difícilmente alteramos, porciones que no alcanzan la crónica, acaso el verso suelto o el haiku.
¿Para qué estamos aquí? No podría responder a eso, pero sé que pequeños fragmentos de acontecimientos no requieren ser explicados, y me basta el haberlos experimentado, pero me duele recordarlos.
Felicidad es todo lo fugaz y fugacidad es explícitamente muerte; si negamos la muerte negamos la felicidad. Experimentar lo fugaz es morir una parte de nosotros, quizá una minúscula porción. No creo que sea necesario vivir tanto; haber tenido demasiado no es una cuestión de saciedad sino de sensibilidad.

J. S. Cainiz. Copyright (c) 2008
"Dejar ver un gran deseo no satisfecho es mostrar su yo inferior".
Sobre el Amor, cap. XLV.

06 febrero, 2008

La musa de Kerouac


Busqué y busqué la "carta de Joan", la "gran carta sexual", y no la encontré en la red. En estos dias se celebran aniversarios de nacimiento y muerte de Neal C., el gran buscavidas.
Hace un tiempo me conseguí "El primer tercio", única novela de quien inspirara los personajes de Dean Moriarty y Cody Pomeray, protagonistas de las mejores novelas de Kerouac. En el libro que les menciono (de factura Anagrama), aparecen unos fragmentos, y entre ellos un texto muy divertido y trágico donde Neal habla de una Joan. No sé si sea o no, y si es me parece incompleto, aquí se los presento como "La carta de Joan" de Neal Cassady, si me equivoco corrijanme y mandenme la verdadera carta, si estoy en lo correcto avisenme. de cualquier modo este es un primer homenaje a una de las grandes personalidades de las letras gringas del siglo XX.
Descarguen, disfruten, comenten.

Alas (Yukio Mishima)


Seguramente conocí a Mishima a partir de un librito de José Vicente Anaya (Piratas/poetas) en el que se reseña “Confesiones de una máscara”, novela de la que en otra ocasión les hablaré (estudio psicológico sobre como una persona se vuelve homosexual, o por lo menos eso dicen los comentaristas). Para mi gusto Mishima merecía el nobel (y eso que no he leído toda su obra, además de “Confesiones de una máscara”; ya me aventé “Música” que es otro estudio psicológico pero esta vez sobre una chava que literalmente no escucha la música ―esto es, no puede tener orgasmos―; ahora me encuentro leyendo “La corrupción de un ángel”, que te atrapa desde las primeras páginas, y si no conoces el mar terminas sintiendo que ya has estado ahí; ya leí también algunos cuentos como “El muchacho que escribía poesía”, “El sacerdote y su amor”, y el que aquí les ofrezco “Alas”), y es que se lo disputaba con su maestro y amigo Kawabata, el de “La casa de las bellas durmientes”, que por cierto es otro buen libro.


Pues sí, Yukio Mishima es para mi gusto uno de los grandes maestros de la narrativa del siglo XX, y no se vayan con la finta de su nacionalidad (japonesa).
Este es el primero de varios textos que les iré facilitando. “Alas” me parece un cuento genial, pues va de lo bucólico a lo trágico, contiene elementos muy decimonónicos y al mismo tiempo resalta la crudeza de la segunda guerra mundial (de hecho en “Confesiones de una máscara” se lleva ese sentimiento de desesperanza y vacío a un nivel abrumador, no como las pendejadas que les gustan a los depresivos de hoy).


01 febrero, 2008

"La palabra le fue dada al hombre para ocultar su pensamiento"

R.R. Malagrida

15 enero, 2008

El nacimiento de la histeria

Tienes todo el derecho y además mi permiso para matarme y llevarte mis pensamientos. Ojala también te llevaras mi dolor, aunque después lo tiraras a la basura. (Sabes que esto va dirigido sólo a ti).


Quien sabe escribir es porque nace estéril y muere fecundo.

Al principio mi convicción era ya no ser el que fui.

Mi deber es terminar algo que jamás nadie comenzó.

Si me encontrara al tanto de lo que te pasa…

Un agujero en tu vestido de noche, no se vera sino hasta el amanecer.

*
Y aunque al leer estas palabras no me sientes, aquí también estoy yo.



Pequeñas historias que jamás se contaron porque nunca hicieron falta… hasta hoy.

Esta de más advertir la falta de argumento.


Se puede contener el aliento ante la vastedad, pero sólo es libre de ataduras quien comprende que en el aliento contenido reside la vastedad. El suspiro de la mujer que se ama es la hecatombe, la eclosión y la expulsión de mil ángeles angustiosamente cimentados en el paraíso, sin manifestar más emoción que la frialdad y la dignidad de haberse revelado. A la izquierda de cualquier plano, tras la senda oscura del antiguo bosque se destapan los salvajes kirieleiso de la ironía. Una caja sorpresa que el pequeño de siete años abre con genuina emoción sólo para terminar ahogado en el fondo de su sangre clandestinamente formada. El curioso y ricamente decorado cofrecito de caoba, cascaron ovárico de la pureza y la bienaventuranza que desprende la nociva semilla envilecida con la baba del basilisco espermático. La verdad corresponde y hace honor a su cualidad no de veracidad, sino de darle en su puta madre al tedio y a la pinche insensata búsqueda de inmortalidad y extrema prolongación vacua de la vida mendaz, sólo es verdad si no se calla, en el silencio hay sabiduría y puede encerrarse la verdad, pero en el silencio la verdad no es efectiva, es virus, ponzoña o excremento. La verdad se dice o no es verdad, la verdad denuncia o soborna impúdica tranquilidad, la verdad es caos y aniquilación, sabes que tu silencio dice la verdad, pero los demás sólo son engranes de la máquina, destruye la máquina, busca una forma de expresar tu silencio a los demás, con palabras o abrazo fraternal, de otro modo la máquina segura girando y será como si nunca te hubieran parido, como si te hubieras pasado la vida contemplando el brillante anuncio de neón de la casa de putas y nunca hubieras entrado. La mosca choca con el vidrio, encuentra oposición invisible del vidrio, pero lo sigue intentando, hasta que halla la forma y da la vuelta y descubre que no estaba adentro sino afuera y comprende que afuera es otro encierro.

J. S. Cainiz. Copyright (c) 2007

Presentación

en el sentido general de las proporciones pandémicas, giras y giras
haciendo funcionar a la máquina. pierde el sentido por un instante,
cambia la dirección, implosiona, suspende tus sentidos y vuélvelos
a decantar, suspende y decanta, suspende y decanta, hasta que
estallen y recojas los incontables aspectos del espejo clavicular
circunvalente y pluricelular que aguarda en la siamesca llama
de tus ojos vueltos la incesante proporción de la imponente
realidad.
absurdo. todo es absurdo. ¿para qué seguir? búscale a la vida
el lado absurdo. un lado que jamás sospechaste estaba detrás
de tus orejas, o en la pelusa del ombligo espiral
ascendente y dispuesta a marcharse como un ángel
de brazos robóticos y sexo hiperbárico.

absurdo anula absurdo.

si te sientes atrapado (a) en un cuerpo que consume en cada exhalación una porción de idiosincrasia estelar y sueñas con los gusanos que se darán un festín con tus entrañas, deja de hacer caso a las voces chirriantes y metálicas que lo devoran todo como hormigas matraces escarlata.
aquí aprenderás que escuchar realmente la música es como manipular el sexo de un ángel y deformarlo hasta obtener la belleza en estado crudo…

sobre la genuina belleza nada es posible enseñar, aquí sólo se proporciona una porción de absurda eternidad.
sólo la poesía que duele a nivel celular merece ser leída
la palabra se contrae con el calor que forja la porcelana, expande grietas y simula un beso francés, ¿quién da lengua luego de una clitoridectomia?

arrugas en las estrellas, eso es lo que vi luego de nuestro ultimo triste y salvaje revolcón.

«abrid las puertas de la percepción,
inhalad un poco de niebla en tubo…»