22 agosto, 2017

Los Perros Salvajes: de Edgar Clement



El esfuerzo de crear historieta de autor en México suele ser arduo y escaso, si bien eventualmente nos reporta sorpresas satisfactorias, y en contadas ocasiones logra engrosar el acervo, como continuación de las obras seminales. Es el caso de Los Perros Salvajes, ampliación del universo que presentara Edgar Clement en Operación Bolívar, considerada la primera novela gráfica mexicana publicada durante los 90´s del siglo pasado, serializada en la mítica revista El Gallito Inglés, luego Gallito Comics, cuya consigna: Materiales para resistir la realidad, fue un verdadero credo para sus colaboradores, que tiempo después se agruparían como el Taller del Perro.


            Silenciosos los ángeles llegan… silenciosos los ángeles pasan, frases de inicio y cierre para Operación Bolívar, obra en blanco y negro que nos presenta a Leónidas “Leonel” Arcángel, cazador de ángeles, describiéndonos los distintos aspectos de su oficio, y los usos y aplicaciones para los diferentes órganos y restos de estos seres. Carne, sangre, cabello, plumas, huesos y uñas, todo se aprovecha: el consumo de la carne tiene propiedades tonificantes y medicinales; de su sangre, fermentada con maíz y destilada, se produce “Chínguere”, un aguardiente fuerte y aromático; de las corneas se obtienen lentes para el desarrollo de rayos láser; con el cabello se tejen lazos sedosos y ultrarresistentes (cable ligero), así como cuerdas para violín; las plumas permiten a quien las usa escribir obras maestras (se venden a los escritores a cambio de su alma); los huesos molidos, al inhalarse resultan una droga potente (más adictiva que la caspa del diablo); y con las uñas que ha recolectado Leonel, flexibles y resistentes como plástico antibalas, espera un día confeccionarse un chaleco. Sin duda las primeras páginas de esta obra echan a volar nuestra imaginación, y rápidamente dan paso a una trama noir en la que convergen judiciales corruptos, demonios mercenarios y un Arcángel Miguel aliado de los gringos que intentan dominar el mercado de la droga con polvo de ángel; en medio de esta conspiración tenemos a los nahuales, herederos de un poder milenario que les permite cazar ángeles, entre ellos se encuentra Juan Grande, el más viejo y sabio chamán de este gremio. Poder, dinero y política, una triada que estará presente en la obra de Clement, quien echa mano de nuestra realidad corrupta para dar un hilo conductor a sus cómics.
            Se han publicado varias ediciones de Operación Bolívar. La primera, de 1995, en dos tomos de 80 páginas cada uno, por Editorial Planeta; luego en 1996, en un solo tomo, por Ediciones el Castor; y la más conocida, en 2006, por Caligrama Editores, cuyo único defecto es su formato de bolsillo (Capulinita), que impide apreciar el detallado arte del maestro Clement; luego, en 2007 con el mismo formato y por el mismo sello editorial, se publicó (a color), Kerubim y Otros Cuentos, con una estructura de revista fashion para caballeros, en la que se presentan historias cortas como La Espada de Dios y Kitty Santana. Lo cual nos lleva al siguiente proyecto del maestro, hablamos de Los Perros Salvajes.


            Es el año 2008, se vive en el país un momento tenso por las pasadas elecciones presidenciales, Felipe Calderón llega al poder tras un proceso turbio y fraudulento, inicia la guerra contra el narcotráfico en un intento por legitimar su mandato. Con tales elementos, Clement confecciona un nuevo proyecto de narrativa gráfica, citamos sus palabras: “Bachan me propuso entrarle al webcomic, y decidí arrancar Los Perros Salvajes para encausar la ira y la frustración... pero sobre todo, usar el proyecto como un pequeño trampolín para salir del hoyo depresivo.” Luego de una andadura accidentada en la red, completa el primer volumen, Los Heraldos de la Barbarie, que presenta en la edición 2011 de Festo Comic, extinto festival organizado para que los autores mexicanos presenten sus propuestas de historieta. Y así llegamos al 2017, momento en que sale el segundo volumen, Los Abismos de la Ira. Hasta el momento no hay una edición impresa, pero el autor decidió compartir de forma gratuita (como casi toda su obra), en versión digital, Los Perros Salvajes.
            En esta nueva expansión de su universo, Clement nos presenta a los Perros Salvajes, un grupo de guerrilleros independiente, cuya motivación es generar un cambio en el sistema corrupto que impera en México, quizá la premisa suena ingenua, pero la forma en que los personajes van siendo envueltos por el entorno tan maleado, permite jugar con una realidad paralela a los acontecimientos de la llamada “verdad histórica”, lo cual concede al autor el ir dejando su propia opinión de los sucesos, haciendo que el lector se involucre en una trama fantástica, pues estos perros son entrenados por el kibal Juan Grande en el conocimiento y uso de sus Nahuales (caminar de noche, ser invisibles señores del viento). Aquí los perros ya no se dedican al oficio de angeleros, sino que avanzan un paso adelante respecto a lo que hizo Leonel en Operación Bolívar, y dan un uso proactivo a sus habilidades.
            Uno de los personajes secundarios que se vuelve entrañable para los lectores veteranos, y una curiosidad para las nuevas generaciones, es “el Memo”, un niño halcón (informante del narco), que hace homenaje al Memin Pinguin de Yolanda Vargas Dulché y Sixto Valencia (creador de imagen gráfica con que se conoce al personaje), y que aquí es presentado en un contexto más cínico y desesperanzador, incluso aparece la Ma’linda del Memo, que lava ajeno.




El Memo (Memín Pinguín), y su Ma'linda en Los Perros Salvajes

            Ambos libros exponen situaciones tomadas de la historia reciente: como Calderón declarándole la guerra al narco, el avionazo en el que murió el secretario de gobernación, o la aprehensión de un famoso líder Zeta; elementos que serán aprovechados por Clement para insertar a sus Perros Salvajes, y anotar al margen su interpretación de los sucesos más turbios ocurridos en la nación sin memoria por excelencia. Ciertamente no es una obra recomendable para todo público, por la violencia gráfica explícita, pero sin duda nos ofrece además de un relato emocionante, un crudo testimonio del México que pronto experimentará cambios en un juego de las sillas donde cambian los nombres, pero la corrupción, el enriquecimiento de unos pocos y la apatía del pueblo persisten.  
            El arte del Clement es soberbio, las más de 140 páginas que comprenden los primeros dos capítulos de sus Perros Salvajes, mantienen al maestro en un merecido pedestal, que bien puede incitar a las nuevas generaciones de comiqueros a crear universos de papel y tinta que pavimenten el camino hacia una nueva industria de historieta nacional, sin tirajes millonarios, pero con obras de calidad. Aquí los links de descarga subidos por el autor:


No hay comentarios: