27 abril, 2016

CALVIN Y HOBBES: MÉXICO SE SACA LA RIFA DEL TIGRE ⃰


Llega una nueva propuesta de cómics a México. Ahora se trata de una editorial enfocada a la publicación de libros. El sello Océano Travesía nos trae al Calvin y Hobbes de Bill Watterson.
No es la primera vez que una editorial enfocada a la publicación de libros imprime propuestas de narrativa gráfica en nuestro país. Caligrama llegó a editar: Nocturno, El Cadáver y el Sofá, ambos de Tony Sandoval; algunos recopilatorios de El Bulbo, creación de Bachan; y reeditó Operación Bolívar (considerada la primera novela gráfica mexicana), de Edgar Clement. Por su parte Editorial Resistencia ha publicado los títulos: Monorama 1 y 2, de Bef (alias Bernardo Fernandez); Epidemia de Melancolía, también de Sandoval; Comixtlan, y Yoni la Torta, del maestro Luis Fernando; Visones y Evasiones, de Cecilia Pego; o El cara de Memorándum, obra maestra de Manuel Ahumada y Jaime López. Por su parte, Sexto Piso ha venido publicando los recopilatorios de Macanudo, y En dosis diarias, realizados por los moneros Liniers y Alberto Montt; de Peter Kupper, los Diarios de Oaxaca y Nueva York, y El Sistema; Jis con su libro Sexo; Era la guerra de las trincheras, del francés Jacques Tardi;  y Bef con su novela gráfica Uncle Bill, que narra la historia de William Burroughs en México (Autonomía no. 105). Incluso en su momento Editorial Vid editó el Buba Libro Comix, de José Quintero. Este pequeño recuento, demuestra por un lado, que no somos ajenos a la recepción de historietas en formato de libro, y por el otro, que el talento mexicano posee un rico muestrario en lo que a narrativa gráfica se refiere.    

(Primera tira de Calvin y Hobbes, 1985)

Pero, ¿qué es Calvin y Hobbes? Se trata de una tira cómica, con una trayectoria de 10 años, publicada diariamente desde el 18 de noviembre de 1985 hasta el 31 de diciembre de 1995. En ella, el autor Bill Watterson, que escribe y dibuja, nos presenta las aventuras de Calvin, un hiperactivo niño de 6 años, y Hobbes, su tigre de peluche, el cual sólo cobra vida en presencia del niño, o por lo menos es como él lo percibe. Los nombres de los personajes están tomados de las figuras históricas: Juan Calvino, teólogo del siglo XVI, creyente de la predestinación y fundador del Calvinismo; y Thomas Hobbes, filosofó del siglo XVII, cuya visión de la naturaleza humana era negativa, lo cual queda patente en su principal obra Leviatán.
La relación entre ambos personajes refleja su compañerismo y complicidad. Mientras Calvin expresa las inquietudes y capacidad de asombro del propio Watterson, el amigo Hobbes, descrito por el autor como: bonachón, inteligente y entusiasta, resulta una especie de conciencia externa para Calvin.


Los otros personajes recurrentes en las tiras de Calvin y Hobbes son: sus padres (conocidos sólo como Papá y Mamá, pues nunca se mencionan sus nombres, y tampoco el apellido de Calvin); Susie Derkins, vecina y compañera de clase de Calvin, Miss Wormwood, profesora de Calvin y Susie; Rosalyn, la niñera oficial de Calvin; y Moe, el bully de la escuela.
Es bastante curioso el caso de Bill Watterson en la industria de las historietas, pues consigue lo que muchos quisieran, crear una tira cómica popular, y es que luego de un año ya se publicaba en más de 240 periódicos, y pese a la presión de su editorial para aprobar merchandisig que ayudara a la promoción de los libros recopilatorios con las tiras de prensa, Watterson no cedió, pues comprendió que eso corrompería el espíritu e integridad de su proyecto. Por lo que mucha de la parafernalia en torno a Calvin y Hobbes (stickers, llaveros, muñecos de peluche, tazas y camisetas), son producto de la piratería. También consideró la posibilidad de llevar a sus personajes al terreno de la animación, idea que descartó al considerar que un trabajo de tal magnitud le impediría asumir control total de su obra, y en parte porque le angustiaba el tener que elegir las voces para dar vida a sus creaciones. Además de eso, el autor no era afecto a sobreexponer su imagen en los medios, sencillamente quería que su trabajo, y no su persona, destacara.


Un dato curioso que nos permitimos agregar, es el homenaje que se hace a Watterson en el cómic Locke & Key, creación del guionista Joe Hill (hijo de Stephen King), y el dibujante Gabriel Rodriguez; específicamente en el capítulo 1 del arco Keys to the Kingdom, donde Rodriguez intercala su trazo habitual con un estilo inspirado en el arte de Calvin y Hobbes; en este caso desde la perspectiva del Bode (el más pequeño de la familia Locke), que encuentra una llave que le permite convertirse en gorrión; también destaca de este episodio la composición y diseño, pues cada página se compone de cuatro viñetas centradas en vertical, y el fondo alusivo a lo que ocurre en cada tira. El cómic en cuestión fue uno de los últimos que publicó este año el sello Bruguera en nuestro país; esperemos que lleguen a completar la obra.

(Última tira de Calvin y Hobbes, 1995)

Regresando al libro que nos ocupa, Calvin y Hobbes Diez Años, se trata de la  recopilación que se publicó originalmente en Estados Unidos, con motivo del décimo aniversario de la tira. La traducción corre a cargo de Sandra Sepúlveda Martín. Este libro es el mejor punto de partida para adentrarnos en la obra, ya que selecciona algunas de las mejores tiras, tanto en blanco y negro, como las dominicales a color, y contiene comentarios del propio autor. La edición es de buen tamaño: 30.3 x 23 x 1.4 (cm); 212 páginas en formato apaisado, y tiene un costo de $ 315 (pesos mexicanos), inversión que vale la pena, ya que aparecen dos tiras por página, lo que permite apreciar mejor el arte de Watterson. Se encuentra disponible en librerías (principalmente Gandhi y Sanborns). Es considerada la última gran tira cómica del siglo XX; obviamente es deudora del Peanuts de Charles Schulz. Sin duda una obra que disfrutarán chicos y grandes.

Por último, también se comenta que Editorial Océano pretende publicar en nuestro país otros títulos del noveno arte, de los que ya se tiene confirmación en redes sociales tenemos: Nimona, de Noelle Stevenson (también coautora del aclamado por la crítica Lumberjanes); y Descender, de Jeff Lemire y Dustin Nguyen, publicado por el sello Image. A este paso alguien se animará a traer por fin lo mejor de los grandes del cómic indie: Daniel Clowes, Adrian Tomine, Charles Burns y los Bros Hernandez. Esperemos que así sea.

 ⃰ (Publicado originalmente en el suplemento Autonomía no. 138 / abril 17 de 2016.)

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