El esfuerzo de crear historieta de autor en
México suele ser arduo y escaso, si bien eventualmente nos reporta sorpresas
satisfactorias, y en contadas ocasiones logra engrosar el acervo, como continuación
de las obras seminales. Es el caso de Los
Perros Salvajes, ampliación del universo que presentara Edgar Clement en Operación Bolívar, considerada la
primera novela gráfica mexicana publicada durante los 90´s del siglo pasado,
serializada en la mítica revista El
Gallito Inglés, luego Gallito Comics,
cuya consigna: Materiales para resistir
la realidad, fue un verdadero credo para sus colaboradores, que tiempo
después se agruparían como el Taller del Perro.
Silenciosos los ángeles llegan… silenciosos
los ángeles pasan, frases de inicio y cierre para Operación Bolívar, obra en blanco y negro que nos presenta a
Leónidas “Leonel” Arcángel, cazador de ángeles, describiéndonos los distintos
aspectos de su oficio, y los usos y aplicaciones para los diferentes órganos y
restos de estos seres. Carne, sangre, cabello, plumas, huesos y uñas, todo se
aprovecha: el consumo de la carne tiene propiedades tonificantes y medicinales;
de su sangre, fermentada con maíz y destilada, se produce “Chínguere”, un
aguardiente fuerte y aromático; de las corneas se obtienen lentes para el
desarrollo de rayos láser; con el cabello se tejen lazos sedosos y
ultrarresistentes (cable ligero), así como cuerdas para violín; las plumas
permiten a quien las usa escribir obras maestras (se venden a los escritores a
cambio de su alma); los huesos molidos, al inhalarse resultan una droga potente
(más adictiva que la caspa del diablo); y con las uñas que ha recolectado
Leonel, flexibles y resistentes como plástico antibalas, espera un día confeccionarse
un chaleco. Sin duda las primeras páginas de esta obra echan a volar nuestra
imaginación, y rápidamente dan paso a una trama noir en la que convergen
judiciales corruptos, demonios mercenarios y un Arcángel Miguel aliado de los
gringos que intentan dominar el mercado de la droga con polvo de ángel; en
medio de esta conspiración tenemos a los nahuales, herederos de un poder
milenario que les permite cazar ángeles, entre ellos se encuentra Juan Grande,
el más viejo y sabio chamán de este gremio. Poder, dinero y política, una
triada que estará presente en la obra de Clement, quien echa mano de nuestra
realidad corrupta para dar un hilo conductor a sus cómics.
Se
han publicado varias ediciones de Operación
Bolívar. La primera, de 1995, en dos tomos de 80 páginas cada uno, por
Editorial Planeta; luego en 1996, en un solo tomo, por Ediciones el Castor; y
la más conocida, en 2006, por Caligrama Editores, cuyo único defecto es su
formato de bolsillo (Capulinita), que impide apreciar el detallado arte del maestro
Clement; luego, en 2007 con el mismo formato y por el mismo sello editorial, se
publicó (a color), Kerubim y Otros
Cuentos, con una estructura de revista fashion para caballeros, en la que
se presentan historias cortas como La
Espada de Dios y Kitty Santana.
Lo cual nos lleva al siguiente proyecto del maestro, hablamos de Los Perros Salvajes.
Es
el año 2008, se vive en el país un momento tenso por las pasadas elecciones
presidenciales, Felipe Calderón llega al poder tras un proceso turbio y
fraudulento, inicia la guerra contra el narcotráfico en un intento por
legitimar su mandato. Con tales elementos, Clement confecciona un nuevo
proyecto de narrativa gráfica, citamos sus palabras: “Bachan me propuso entrarle al webcomic, y decidí arrancar Los Perros
Salvajes para encausar la ira y la
frustración... pero sobre todo, usar el proyecto como un pequeño trampolín para
salir del hoyo depresivo.” Luego de una andadura accidentada en la red,
completa el primer volumen, Los Heraldos de la Barbarie, que presenta en la
edición 2011 de Festo Comic, extinto festival organizado para que los autores
mexicanos presenten sus propuestas de historieta. Y así llegamos al 2017,
momento en que sale el segundo volumen, Los Abismos de la Ira. Hasta el momento
no hay una edición impresa, pero el autor decidió compartir de forma gratuita
(como casi toda su obra), en versión digital, Los Perros Salvajes.
En
esta nueva expansión de su universo, Clement nos presenta a los Perros
Salvajes, un grupo de guerrilleros independiente, cuya motivación es generar un
cambio en el sistema corrupto que impera en México, quizá la premisa suena
ingenua, pero la forma en que los personajes van siendo envueltos por el
entorno tan maleado, permite jugar con una realidad paralela a los acontecimientos
de la llamada “verdad histórica”, lo cual concede al autor el ir dejando su
propia opinión de los sucesos, haciendo que el lector se involucre en una trama
fantástica, pues estos perros son entrenados por el kibal Juan Grande en el
conocimiento y uso de sus Nahuales (caminar de noche, ser invisibles señores
del viento). Aquí los perros ya no se dedican al oficio de angeleros, sino que
avanzan un paso adelante respecto a lo que hizo Leonel en Operación Bolívar, y
dan un uso proactivo a sus habilidades.
Uno
de los personajes secundarios que se vuelve entrañable para los lectores
veteranos, y una curiosidad para las nuevas generaciones, es “el Memo”, un niño
halcón (informante del narco), que hace homenaje al Memin Pinguin de Yolanda
Vargas Dulché y Sixto Valencia (creador de imagen gráfica con que se conoce al
personaje), y que aquí es presentado en un contexto más cínico y
desesperanzador, incluso aparece la Ma’linda del Memo, que lava ajeno.
El Memo (Memín Pinguín), y su Ma'linda en Los Perros Salvajes
Ambos
libros exponen situaciones tomadas de la historia reciente: como Calderón
declarándole la guerra al narco, el avionazo en el que murió el secretario de
gobernación, o la aprehensión de un famoso líder Zeta; elementos que serán
aprovechados por Clement para insertar a sus Perros Salvajes, y anotar al
margen su interpretación de los sucesos más turbios ocurridos en la nación sin
memoria por excelencia. Ciertamente no es una obra recomendable para todo
público, por la violencia gráfica explícita, pero sin duda nos ofrece además de
un relato emocionante, un crudo testimonio del México que pronto experimentará
cambios en un juego de las sillas donde cambian los nombres, pero la
corrupción, el enriquecimiento de unos pocos y la apatía del pueblo persisten.
El
arte del Clement es soberbio, las más de 140 páginas que comprenden los
primeros dos capítulos de sus Perros Salvajes, mantienen al maestro en un
merecido pedestal, que bien puede incitar a las nuevas generaciones de
comiqueros a crear universos de papel y tinta que pavimenten el camino hacia
una nueva industria de historieta nacional, sin tirajes millonarios, pero con
obras de calidad. Aquí los links de descarga subidos por el autor:
Los Heraldos de la Barbarie http://www.mediafire.com/file/d47kwp14v1035jb/LPS_01.pdf
Los Abismos de la Ira http://www.mediafire.com/file/l8vwg15wvoejq76/LPS_02.pdf